Xquenda,
          el tequio en el proceso creativo

 

Es un reto traducir emociones en palabras, pues si algo puedo compartir de estos casi 20 años al frente de Asociación Cultural Xquenda A.C. es precisamente eso, emociones.

Cuando terminamos un proyecto, lo que perdura en mí, no son las estadísticas del número de discos o festivales que hemos logrado aterrizar, cierro los ojos y lo que tengo presente es la emoción de los artistas, viviendo su obra como una realidad que ahora sí pueden compartir con los otros.

Como asociación cultural podríamos únicamente solicitar fondos para techar salones de escuelas o conseguir becas para los estudiantes entregándolas directamente y esto ya sería una labor importante, pero nosotros hemos decidido transitar más rutas, al ir creando en equipo, proyectos productivos culturales donde los artistas vayan acompañados en los caminos de la producción independiente y puedan hacer de su proyecto, una forma de vida sustentable y creativa a la vez.

En Xquenda no sólo hacemos discos o conciertos aislados, nos gusta provocar procesos humanos que vayan más allá. Tratamos que la experiencia creativa se tatúe en la piel. Tenemos muchos años de ser testigos y acompañantes, lo cual,  nos da la certeza de que el camino es el correcto y reafirma el compromiso que tenemos.

Sabemos que somos parte de una gran cadena y nos gusta ir de lo individual a lo comunitario, de lo comunitario al corazón. Una y otra vez en estos años llevamos el tequio oaxaqueño a la práctica y como nos lo enseñaron nuestros abuelos desde hace siglos, cada quien aporta lo que tiene y puede: su tiempo, sus recursos, su talento, su oficio. En síntesis, el milagro sigue ocurriendo y se materializa en el infinito ejercicio amoroso del compartir.

 

                               Susana Harp Iturribarría
Asociación Cultural Xquenda A.C